Por increíble que parezca el alcalde de Vegueta, Alejandro
Alor Portilla, salió a “informar” sobre el caso de la llamita “Neymar”, oficializando
la noticia de su muerte, pero a la vez indicando que, “sucedió lamentablemente
la perdida de una llama, PERO CERTIFICADO Y CONTROLADO POR UN VETERINARIO. En un
informe que ha elevado indica que ha muerto por una enfermedad algo pulmonar”,
cuando hace unos días, - luego de propalado el informe de la forma inadecuada
en que era tratada en Végueta – la oficina de imagen emitiera una nota de
prensa (y que aun continúa colgada en su FAce), en la cual se indica que la
llamita “sufrió un TIMPANISMO AGUDO debido al alimento que había consumido por
lo que de inmediato la ZOOTECNISTA ALICIA RÍOS encargada del área de Pequeños
ganaderos le aplicó los medicamentos correspondientes”; en ese momento no dijo
que estaba a cargo de un veterinario, fueron los medios de comunicación los que
reclamaron el hecho de que el animal no estuviera a cargo de un veterinario.
Más adelante el alcalde de Végueta hizo de conocimiento que donarían
las demás llamas, en atención a “Una recomendación que hace el fiscal, sobre
que este no es su hábitat, una llama no puede estar encerrada en 20 m2 y peor
cerca al mar”, resulta también increíble que sea el fiscal el que después de
muerto el animal, sea el que recomiende, ¿y el veterinario?, ya que el alcalde
indica (ahora) que el mini zoológico era atendido por un veterinario.
Si había un veterinario ¿qué pasó?, ¿Por qué este nunca
realizó las recomendaciones correspondientes?, ¿porque este no atendió en su
momento?, sino, quien estuvo presente siempre fue la zootecnista, quien aparece
en el video que colgó la municipalidad y en el cual se dice muy alegremente que
la llamita “se encuentra estable para que los visitantes se tomen fotos con ella”.
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