Y es que desde aquel fatídico 08 de junio hasta la actualidad, son simples murmuraciones donde se sindican como responsable al Consorcio Vial Huaura; empresa que ejecuta el mejoramiento de la carretera en mención y que, como bien se sabe, empleaba explosivos que pudieron haber removido montículos de arena, tierra o rocas que habrían dado pie al fatal deslizamiento. La otra versión, apunta a que si no fue la constructora, supuestamente habrían sido mineros informales que operarían en la zona, los autores de tales detonaciones.
Tampoco se descarta que las manipulaciones de dinamita hayan provenido de la noruega SN Power que por ese tiempo ultimaba la construcción de la Hidroeléctrica Cheves. Un dato que guarda relación con esta empresa, es que el día de su inauguración con la presencia del mandatario Ollanta Humala, los deudos de las víctimas de este terrible accidente intentaron hacerle sentir su voz de protesta, exigiendo una profunda investigación. El fuerte cordón de seguridad particular que se contrató en Cheves, hizo que aquella manifestación pase desapercibida, salvo las fotografías que a duras penas captamos y adjuntamos a este artículo, las cuales son de aquella fecha.
¿La culpabilidad alcanza o no a funcionarios del MTC?, es otra de las interrogantes aún no esclarecidas o quizá hasta pudo haberse tratado de un evento natural. Son todas esas hipótesis las que, aún confiamos, en algún momento puedan esclarecerse para que así ‘los muertos de la minivan’ puedan descansar en paz.
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