Toda una mezcla de costumbres que motiva a los creyentes a tejer figuras con hojas de palma, limpiar los milagros de plata y peinar la cabellera del Cristo que reposa en una silla.
La reunión es en el templo de Supe para vestir con un traje rojo de hilos dorados al Señor del Triunfo, venerado el Domingo de Ramos y donde luego de la liturgia se hace la bendición de las palmas.
La calle Francisco Vidal se convierte en el espacio perfecto para recrear la escena bíblica de la entrada triunfal de Jesús al pueblo de Jerusalén, que está sentado sobre el lomo de un burro que avanza hacia la parroquia San Nicolás.
Concluido el recorrido procesional, los parroquianos se despiden del Señor del Triunfo y saben que aún hay más tareas programadas por esta festividad religiosa que recién empieza.
Concluido el recorrido procesional, los parroquianos se despiden del Señor del Triunfo y saben que aún hay más tareas programadas por esta festividad religiosa que recién empieza.
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