EN EL NORTE CHICO. En un
mismo día, el alcalde de Huaura y sus colegas de los distritos de Santa María y
Sayán recibieron sobres con explosivos y amenazas. Les exigían dinero y guardar
silencio o lo pagarían con su vida. En lo que va del año, más de una docena de
personas han sido asesinadas por sicarios en Pativilca y Barranca.
Tomado de Diario La República - Escribe: Edgar Gamboa
Dos granadas de guerra y siete cartuchos de fusil automático
ligero (FAL) acompañaban las amenazas de muerte contra el alcalde provincial de
Huaura, Humberto Barba Mitrani. Eran las 8:45 a.m. del miércoles 26 de agosto y
unos cuatrocientos empleados que acababan de iniciar sus labores en la
municipalidad debieron evacuar el lugar de inmediato.
Una trabajadora de
limpieza pública había encontrado los pertrechos dentro de un sobre de manila,
abandonado a pocos metros de una de las puertas laterales del edificio. El
burgomaestre presidía en ese momento una reunión y tuvo que cancelarla para
ponerse a buen recaudo: un manuscrito dentro del sobre alertaba que el objetivo
era él.
"Mira perro
conch... te llegó tu hora de pagar por lo que hiciste a los comuneros. Tienes
24 horas para llamar al 947557023. Esto es solo una advertencia, la próxima te
vamos a matar a ti y a toda tu familia. Acá nos vas a colaborar con
$100.000", versaba la misiva en letras de imprenta.
Alcaldes en
la mira
Pero Barba no sería la única autoridad de su provincia en
recibir amenazas ese día. Horas antes, José Reyes Silva, alcalde del distrito
de Santa María, encontró en la puerta de su casa otro sobre de manila con una
nota un poco más extensa y un cartucho de dinamita.
"Hola señor José Reyes, le mandamos este regalo ya que
Ud. es un ratero (delincuente) como nosotros, solamente que a Ud. le llaman
alcalde (...) si avisa a la policía nosotros seremos los primeros en
enterarnos, porque tenemos infiltrados por todos lados. Si avisa a la policía
procederemos de otra manera...", advertía el manuscrito con una letra
similar al enviado a Barba.
El alcalde distrital de Sayán, Félix Víctor Esteban Aquino,
también comenzaría a vivir un martirio ese 26 de agosto. Una voz ronca y
desafiante le advirtió por teléfono que debía "portarse bien" si no
quería que las próximas granadas estallen con su familia. ¿Granadas? Sí. Como
las que dejaron en la municipalidad provincial de Huaura.
"El número (947557023) desde el que llamaron y enviaron
mensajes de texto al alcalde de Sayán por varios días, es el mismo que aparece
en el manuscrito dejado al alcalde Barba", explica el coronel PNP Luis
Flores Solís, jefe de la División Policial de Huacho.
Para el alto oficial, detrás de la ola de extorsiones
estarían internos del penal Carquín, como arrojaron las pericias luego de
rastrear el chip telefónico. "Ya los tenemos identificados, pero ahora
esperamos ubicar a sus cómplices fuera de la cárcel", sostiene Flores.
Tierra de
sicarios
Si la extorsión es el delito que más preocupa a las
autoridades en Huaura, el asesinato por encargo o sicariato es el que más se ha
enraizado estos últimos años en las otras dos provincias limeñas, Barranca y
Huaral, que integran el llamado norte chico.
Específicamente, el
distrito de Pativilca, en Barranca, es considerado por la Policía como una
tierra de sicarios, donde avezados criminales, provenientes en su mayoría de
ciudades del norte del país (Chimbote, Trujillo, Chiclayo, etc), ofrecen sus
"servicios" al mejor postor.
Solo en lo que va del
año, más de una decena de muertes por
sicariato se han registrado en Barranca. La provincia más septentrional del
departamento de Lima tiene un grave problema en los seudosindicatos de
construcción civil que contratan asesinos para sellar sus venganzas.
Pseudosindicatos
Según denuncias recogidas por La República, los integrantes
del Sindicato de Pativilca-Buenos Aires Alto, apoyan revocatorias y elecciones
distritales.
Su negocio principal es la extorsión y el cobro de cupos a
las obras y mineros ilegales que proliferan en Pativilca.
Forman
asesinos
Pero ahora no solo contratan a ranqueados asesinos, también
los forman. El hijo de una de las víctimas de esta mafia, quien prefiere
ocultarse en el anonimato, asegura que en el sector Buenos Aires Alto "se
reparten armas a jóvenes y menores de edad, y les enseñan a disparar a espaldas
del cerro de El Porvenir".
Es en la cima de ese cerro donde el cabecilla de la
organización, Wilson Cruz Galarreta
"Wilson", tendría su guarida. "Desde ahí controla todo y
es imposible para la Policía entrar en esa zona. Todos los que cuidan a
'Wilson' son fieles a él como corderos de un rebaño", refiere el
entrevistado.
La banda de "Wilson" es conocida como "Los
Chicos Malos de Pativilca". Entre sus muchos crímenes destaca el secuestro
y homicidio del empresario ferretero Richard Félix Flores y sus dos
guardaespaldas, en 2013. Al parecer, Flores habría invadido un denuncio ilegal
para extraer oro y tuvo que pagarlo con su vida.
En abril de este año,
el lugarteniente de "Wilson", Maximiliano García Pantoja, alias
"Cholo Machi", fue ultimado de varios balazos y desató la alarma en
toda la provincia. De ser un sujeto "intocable", ahora era una baja
dentro de lo que se cree es una guerra entre dos bandas criminales.
Huaral
violento
En la provincia de Huaral las cosas no son muy diferentes.
En mayo último, los asesinatos del dirigente de construcción Willy Mendoza
Guillén (47), del empresario Eusebio Salvador Saavedra (40) y del presunto
delincuente Junior Gonzales Meléndez (21) "El Oso", alarmaron a la
población.
El jueves último, ese
clima violento que parecía haberse disipado, regresó. Un joven pescador,
identificado como Miguel Cervera, de 20 años, fue ultimado a balazos desde una
moto lineal, mientras departía con unos amigos en el barrio de la Huaquilla.
"El principal
problema del norte chico es que es una zona de tránsito entre Lima y las
ciudades del norte, donde la delincuencia ha ganado terreno", reflexiona
el coronel Flores, quien trabaja para que esa violencia no llegue a Huaura.
En Huacho
solo hay 40 policías para más de 130 mil habitantes
Huacho, capital y sede de la alcaldía provincial de Huaura,
afronta una alarmante escasez de personal policial. Tras visitar esta localidad
que cuenta con un importante circuito comercial y turístico, se pudo comprobar
que solo 40 efectivos custodian las calles de esta ciudad que tiene una
población de más de 130 mil habitantes.
"Son solo cuarenta policías, que bajo el sistema del
venticuatro por venticuatro (trabajan un día y descansan otro) se convierten en
veinte. Es más, hace poco cinco de ellos fueron invitados al retiro por edad,
lo que significa que tenemos a diario a menos de diecisiete efectivos",
declara preocupado el alcalde Humberto Barba.
Barba asegura que el ex ministro Urresti prometió dotar de
cien agentes más al cuerpo policial huachano, pero al ser reemplazado por Pérez
Guadalupe, la promesa no llegó a cumplirse. "Nosotros queremos hablar con
el ministro para trabajar de la mano y que la delincuencia no se desborde como
en las provincias vecinas", invocó. El viernes, delincuentes detonaron un
explosivo en un conocido local del centro de esta ciudad.
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